Van Gogh se escondía en el amarillo
de sus Girasoles, en el azul de su Noche estrellada, en el arcoiris
de sus retratos (él mismo a veces era la fuente). El deseo de
invisibilidad es un sacrificio de la identidad: yo es un color.
Ya en Superficies Armand había escrito sobre esa
transformación. Zequeira -poeta cubano de finales del siglo XIX, para Armand una especie de anti-Martí- famosamente
desaparecía al ponerse un sombrero. Entonces decía, Armand: "La
oquedad era también una otredad". Una rima, una cita: con la
locura, con el destierro, quizá incluso con Van Gogh.
Los cuadros de Van Gogh, el sombrero
de Zequeira, el título nobiliario de Ducasse: la desaparición era una transfiguración. También una forma de exilio: de lo visible, de
la cordura, del bien, incluso de lo humano. El centro no soy yo.
Hades -dios griego de los muertos- quiere decir Invisible.
Hades -dios griego de los muertos- quiere decir Invisible.